☧ QUINTA PALABRA DE CRISTO EN LA CRUZ: «Tengo sed». - Sitio (Juan, 19: 28).
℣ Per signum Sanctae Crucis, de inimicis nostris, libera nos, Domine Deus noster.
Ĭn nōmine Pătris ĕt Fīliī ĕt Spīritūs Sānctī.
℟ Āmēn.
℣ Laudētur Iēsūs Chrīstus
℟ in saecula saeculōrum! Āmēn.
Como todos nosotros Cristo tiene sed, sed, esa necesidad de agua, porque sabemos que el agua es vida, porque sabemos que el agua sana, porque sabemos que el agua es única en todo el universo, y porque es un elemento creado por Dios Todopoderoso para que el hombre lo use para el bien, y no para el mal. Sin embargo, hay guerras por el agua. Ustedes se dan cuenta que el agua es necesaria para cada uno de ustedes, para sus familias, para sus comunidades, pero, he aquí, que viene Satanás y tienta a los injustos para cobrar por el agua, simonía si, les encanta el estiércol del diablo, si. Como ya les dije, Lucifer no puede crear nada, solamente puede imitar, aparentar, mentir, lo que les encanta hacer a los lagartos Sagasti, Vizcarra, Salaverry, Lescano y Guzman, y a todas sus lagartijas.
"Cuando Jesús se enteró de que había llegado a oídos de los fariseos que él hacía más discípulos y bautizaba más que Juan —aunque no era Jesús mismo el que bautizaba, sino sus discípulos—, abandonó Judea y volvió a Galilea. Tenía que pasar por Samaria.
Llega, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, cerca de la heredad que Jacob dio a su hijo José. Allí estaba el pozo de Jacob.
Jesús, como se había fatigado del camino, estaba sentado junto al pozo. Era alrededor de la hora sexta.
Llega una mujer de Samaria a sacar agua. Jesús le dice:
«Dame de beber.» Pues sus discípulos se habían ido a la ciudad a comprar comida.
Le dice a la mujer samaritana:
«¿Cómo Tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana?» (Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.)
Jesús le respondió: «Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: "Dame de beber", tú le habrías pedido a Él, y Él te habría dado Agua Viva.»
Le dice la mujer:
«Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, tienes esa Agua Viva? ¿Es que Tú eres más que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?»
Jesús le respondió:
«Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed; pero el que beba del agua que Yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el Agua que yo le dé se convertirá en él en fuente de agua que brota para Vida Eterna.»
Le dice la mujer:
«Señor, dame de esa agua, para que no tenga más sed y no tenga que venir aquí a sacarla.»
Él le dice:
«Vete, llama a tu marido y vuelve acá.»
Respondió la mujer:
«No tengo marido.»
Jesús le dice:
«Bien has dicho que no tienes marido, porque has tenido cinco maridos y el que ahora tienes no es marido tuyo; en eso has dicho la verdad.»
Le dice la mujer:
«Señor, veo que eres un profeta. Nuestros padres adoraron en este monte y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.»
Jesús le dice:
«Créeme, mujer, que llega la hora en que, ni en este monte, ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero llega la hora (ya estamos en ella) en que los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. Dios es espíritu, y los que adoran, deben adorar en espíritu y verdad.»
Le dice la mujer:
«Sé que va a venir el Mesías, el llamado Cristo. Cuando venga, nos lo explicará todo.»
Jesús le dice:
«Yo soy, el que te está hablando.»
En esto llegaron sus discípulos y se sorprendían de que hablara con una mujer. Pero nadie le dijo: «¿Qué quieres?» o «¿Qué hablas con ella?»
La mujer, dejando su cántaro, corrió a la ciudad y dijo a la gente:
«Venid a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será el Cristo?»
Salieron de la ciudad e iban donde Él.
Entretanto, los discípulos le insistían diciendo:
«Rabbí, come.»
Pero Él les dijo:
«Yo tengo para comer un alimento que vosotros no sabéis.»
Los discípulos se decían unos a otros:
«¿Le habrá traído alguien de comer?»
Les dice Jesús:
«Mi alimento es hacer la Voluntad del que me ha enviado y llevar a cabo Su Obra. ¿No decís vosotros: Cuatro meses más y llega la siega? Pues bien, yo os digo: Alzad vuestros ojos y ved los campos, que blanquean ya para la siega. Ya el segador recibe el salario, y recoge fruto para vida eterna, de modo que el sembrador se alegra igual que el segador. Porque en esto resulta verdadero el refrán de que uno es el sembrador y otro el segador: Yo os he enviado a segar donde vosotros no os habéis fatigado. Otros se fatigaron y vosotros os aprovecháis de su fatiga.»
Muchos samaritanos de aquella ciudad creyeron en Él por las palabras de la mujer que atestiguaba:
«Me ha dicho todo lo que he hecho.»
Cuando llegaron donde Él los samaritanos, le rogaron que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días. Y fueron muchos más los que creyeron por Sus Palabras, y decían a la mujer:
«Ya no creemos por tus palabras; que nosotros mismos hemos oído y sabemos que éste es verdaderamente el Salvador del mundo.»
Pasados los dos días, partió de allí para Galilea. Pues Jesús mismo había afirmado que un profeta no goza de estima en su patria. Cuando llegó, pues, a Galilea, los galileos le hicieron un buen recibimiento, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta. Volvió, pues, a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había un funcionario real, cuyo hijo estaba enfermo en Cafarnaúm. Cuando se enteró de que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue donde Él y le rogaba que bajase a curar a su hijo, porque se iba a morir.
Entonces Jesús le dijo:
«Si no veis señales y prodigios, no creéis.»
Le dice el funcionario:
«Señor, baja antes que se muera mi hijo.»
Jesús le dice:
«Vete, que tu hijo vive.»
Creyó el hombre en la palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino. Cuando bajaba, le salieron al encuentro sus siervos, y le dijeron que su hijo vivía. Él les preguntó entonces la hora en que se había sentido mejor. Ellos le dijeron:
«Ayer a la hora séptima le dejó la fiebre.»
El padre comprobó que era la misma hora en que le había dicho Jesús: «Tu hijo vive», y creyó él y toda su familia. Esta nueva señal, la segunda, la realizó Jesús cuando volvió de Judea a Galilea" (Jn 4:1-54).
Sedapal puede enriquecerse a costa de todos ustedes sin que ningún funcionario que hereda el cargo mueva un dedo porque todos los servicios están tercerizados y funcional pésimamente mal.
Ustedes toman y se lavan con agua contaminada todos los días, y pagan un precio carísimo por ello.
Nuestro Señor Jesucristo nos da el Agua Viva con la cual nunca moriremos. Y como ya dije antes, morir esta vida que no es otra que la peregrinación a la Única y Verdadera Vida es lo que todos nosotros debemos añorar. Felices aquellos que nos anteceden en la muerte, porque si han sido buenos, ya gozan de la Misericordia de Dios en la Única y Verdadera Vida, el Reino de los Cielos.
Para ello hay que tener una Única y Verdadera Fe en Cristo Jesús, una Fe ciega, respetuosa, confiada, amorosa, humilde, y que propaguemos evangelizando y con nuestro propio ejemplo a los demás.
Una Fe que no debe ser como la del funcionario real que está oyendo de boca de Cristo que ya obró el milagro pero este sujeto no cree. En cambio, ustedes crean y vivan la Fe en Cristo, porque esta Gran Desolación, esta Gran Apostasía, estos males satánicos seguirán abundando en el mundo, porque la tiranía continuará engañandolos, seduciéndolos, explotandolos y matandolos. Solo que se levanten en armas y corten la cabeza de la bestia, no tienen otra solución que salvarse en la Cruz.
Cuando ustedes acuden al confesionario para obtener el Sacrosanto Sacramento de la Penitencia, entran a un baño espiritual, a lavarse de todas mugre y herida que porta el alma, esa sanación es única y real, pero la tienen que hacer con espíritu contrito, con un verdadero arrepentimiento que nazca de lo profundo de sus corazones, esa liberación del peso de las cadenas está abierta y disponible a la vuelta de la esquina, y tan solo debes pedirla.
Ustedes para estar aquí hoy han acudido a la confesión que nosotros solemos tener todos los días las 24 horas todos los días del año. Aquí no ponemos horario ni les imponemos condiciones para atenderlos porque tengo que estirar las patas y levantarlas glotoneando en la cama con alguien mientras veo alguna cochinada. Esto hacen los obispos, sacerdotes y religiosos satánicos, herejes, anatemas por eso están bien excomulgados.
Nuestro Señor Jesucristo tiene sed, tiene sed de ustedes, porque quiere que ustedes se salven, Él quiere salvarnos pero hay quienes como el mal ladrón que se mofan, mientras que el buen ladrón se humilla y reconoce su culpa. Uy, que dificil es que Vizcarra, Mazzetti, Sagasti y todos los lagartos y lagartijas reconozcan su culpabilidad en los genocidios que todos los días hacen. Que difícil es para estos pecadores pedir disculpas con verdadera humildad, prefieren tragar cupcakes, hot dogs, pizzas, gaseosas, vinos y chelas con el dinero de todos los peruanos, mientras todos, todos los peruanos no tienen vacunas, no tienen camas UCI, no tienen oxígeno… a ellos les da igual, y encima te meten el cuentazo que “estamos haciendo”. ¿Haciendo qué?, ¿qué están haciendo? Mojones en el baño de tanto que tragan y se la pasan levantándose tarde, echados en la cama, mientras que todos los peruanos, sus esclavos, estamos chambeando, rompiendonos las espalda para ganar un sol. Osea que lo que la prelatura hace desde marzo de 2019 no es nada, o es que hacemos milagros sin pedir plata como lo hace la Iglesia del Nuevo Orden Mundial de Satanás, que dice “hemos puesto plantas de oxígeno”. ¿Con que plata? Acaso no son las asociaciones y sociedades privadas las que ponen de la suya, ¿como yo me voy a vanagloriar con algo que yo no pongo? Pero en cambio, ellos quieren que la gente tonta diga: “el curita puso”. El curita no ha puesto nada, sería mejor que lo EMBARGARAN para que así salte a la luz, cuántos millones de millones tienen y que no sueltan la suya.
Vizcarra y Sagasti les mienten pero ustedes tontamente les creen, los candidatos les mienten y ustedes votan por ellos. ¿Que no tienen forma de saber que les están engañando? Les están comprando los votos con promesas que no van a cumplir. Aquí todos mienten, y los principales son Lescano, Salaverry y Guzman, el Club de los lagartos que “aman la suya con la nuestra” como dijo el candidato Santos. Aquí el radical es Lopez Aliaga y el moderado es De Soto. Ahora vuelvan ustedes a meter la pata, y todos ustedes van a hacer que el Perú se joda mucho más de lo que está. Se meten la pata será por culpa de ustedes mismos. No me vengan a gemir y lloriquear después diciendo: “Padrecito, me equivoque”. Piensa bien pues hijo, hija, marca bien pensando en Dios y en la Patria. Si no lo haces asi, el Peru sangrara mas de lo que sangra hoy dia.
℣ Adoramus Te, Christe, et benedicimus tibi,
℟ quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.
℣ Qui passus es pro nobis, Domine,
℟ Domine, miserere nobis.
℣ Dominus vobiscum.
℟ Et cum spiritu tuo.
℣ Sit nomen Domini benedictum.
℟ Ex hoc nunc et usque in sæculum.
℣ Adiutorium nostrum in nomine Domini.
℟ Qui fecit cælum et terram.
℣ Benedicat vos omnipotens Deus,
Pătēr ĕt Fīliī ĕt Spīritūs Sānctī,
descendat super vos et maneat semper.
℟ Āmēn.
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