🌿🇵🇪🌿 EL VERDADERO PATRIOTISMO PERUANO ES EL AMOR A LA PATRIA: EL HEROÍSMO DEL QUE NO GOZAN LOS COBARDES TRAIDORES A LA PATRIA 🤏
Dice Santo Tomás: “Después de Dios, los padres y la patria son también principios de nuestro ser y gobierno, pues de ellos y en ella hemos nacido y nos hemos criado. Por lo tanto, después de Dios, a los padres y la patria es a quien más debemos” (Suma Teológica, II-.IIa, q. 101, a. 1).
Los comunistas terroristas aparentan ser ignorantes pero siguen un principio que las derechas nunca jamás tomarán en cuenta, principalmente el cuarteto del Bicentenario compuesto por los sujetos Chiabra-Cueto-Montoya-Zapata:
“Lo que puede imponerse por la fuerza, no precisa de ninguna otra justificación” (Atenas a Esparta según Tucidides, s. V a.C.).
El Perú del momento presente, hundido en el caos generado por los demonios de las crisis espiritual, política, económica y sanitaria, se asemeja a la Atenas de finales del siglo V y comienzos del IV antes de nuestra era. "Atenas (atravesaba) una larga -yano se recuperara- etapa de decadencia: peste, derrota, hambre, terror. Según Tucidides, cada nuevo desastre hunda aún más la moral de sus ciudadanos. Sumergidos en la catástrofe y violadas las normas morales, no parecía que hubiera otra consigna que la de "sálvese quien pueda" y la máxima de que cada cual no valía sino su propia fuerza..."[1]
Todo esto prueba una sola cosa, que los militares nunca se han formado correctamente en las aulas de oficiales. Salen por las chapitas y las franjas pero son instruidos decadentemente.
El cuarteto del Bicentenario son los verdaderos ignorantes y hacen creer al pueblo que en el año 2021 se celebra el Bicentenario de la Independencia del Perú cuando esto es una falacia vizcarrista. Como ya hemos citado históricamente muchas veces, la Independencia del Perú se selló mediante el Segundo Sitio del Callao cuando las fuerzas independentistas combinadas gran colombianas y peruanas al mando del General Venezolano Bartolomé Antonio de la Concepción Salom Borges asediaron contra los soldados realistas que defendían la Fortaleza del Real Felipe del puerto del Callao. El enemigo rechazaba rendirse y no quería acogerse a la capitulación de la Batalla de Ayacucho. Incluso las flotas combinadas de Perú y la Gran Colombia comandadas en su conjunto, en diferentes momentos, por el contralmirante Martín George Guisse (Perú), el almirante Manuel José Blanco y Calvo de Encalada (Chile) y el almirante general Juan Illingworth Hunt (Gran Colombia) realizaban un bloqueo naval. Esta gran operación militar tiene mayor importancia que las Batallas de Junín y Ayacucho porque impedía el movimiento de las tropas y flota del Ejército Real del Perú, algo que la mayoría de medios de comunicación no transmiten cuando mienten con datos históricos falsos que se enseñan en las escuelas. No fue sino que ante la falta de agua, comida y suministros militares y las enfermedades como el escorbuto, la disentería y la peste bubónica de que eran víctimas los soldados realistas, que el General José Ramón Rodil y Campillo decidió rendir la plaza entregando la fortaleza a las fuerzas independentistas el 23 de enero de 1826. Al General Salom no le faltaban ganas de fusilar al General Rodil ante la vista de todo el ejército realista para que le sirviera de escarmiento al Imperio Español pero Simón Bolívar se lo impidió cobardemente. Este efectivo bloqueo militar por mar y tierra eliminó radicalmente, y de una buena vez y por todas al último baluarte del Imperio Español en América del Sur.
Las Fortalezas del Callao, conocidas también como los Castillos del Callao, eran fortificaciones construidas por el Virreinato del Perú y estaban formadas por la Fortaleza del Real Felipe y los Fuertes San Miguel y San Rafael. Estos dos últimos fueron destruidos por el ejército chileno invasor en la Guerra del salitre, mal llamada Guerra del Pacífico.
Hay que discernir siempre antes de actuar, y sobre todo en algo que afirma Denis E. Waitley, orador, escritor y consultor motivacional estadounidense: “Espera lo mejor, planea para lo peor y prepárate para sorprenderte”.
Lo que vemos en el Congreso es que el cuarteto da un paso adelante y otro atrás. Dicen una cosa y salen con otra. Se paran en una tarima y se van a dormir y con eso fue suficiente. Al parecer viven en un universo paralelo en donde su Perú irreal al estilo Mazzetti es su lógica para actuar tan torpemente. Por años han subestimado el pensamiento senderista e ignoran que un comunista terrorista nunca cambia de opinión.
Olvidaron el pensamiento Gonzalo y se burlaron de él. Se mofaron de que habian derrotado al terrorismo y se vanagloriaron tirandose laureles. Pero ahora vemos que nunca fue así, que la realidad fue, es y será otra. No tomaron en cuenta las acciones futuras y vivian una fantasía en el VRAEM. Y dijo Manuel Rubén Abimael Guzmán Reynoso “camarada presidente Gonzalo: “...y si uno muere, ésto (mi pensamiento) queda en los demás”.
El filósofo confusionista Hsun-tzu (298-238 a.C.) pregonaba que el hombre era malo por naturaleza, inclinado a la ambición, la envidia y el crimen. No obstante, consideraba que puede reformarse si se somete a la orientación de un maestro, si doblega sus inclinaciones mediante la disciplina física y mental y si cultiva la humildad paciente y continua. Solo así vencerá su naturaleza y adquiere la sabiduría. Sin embargo, la fuerza de la maldad es tan avasallante que nunca estará garantizada la benevolencia en el ser humano.
Por su parte, en el siglo tercero de nuestra era, San Agustin, pensaba que el hombre es malo por naturaleza a consecuencia del pecado original. Pero el pensador más importante del cristianismo temprano intentaba deslindar al Ser Supremo de esa maldad. Pensaba que todas las cosas creadas por Dios existen y son buenas aunque imperfectas. Por el contrario, estimaba que el mal no es ser sino una deficiencia: el mal es privación, defectus boni, y puede ser absoluto (San Agustin, 196: 12-13). Para él el mal no es una sustancia, no es creación, no es algo positivo sino la ausencia de bien. Existe porque Dios nos ha dado el libre albedrío y hemos escogido libremente hacer el mal (hasta el Renacimiento, la violencia será considerada una forma de maldad).”[2]
Claro que el hombre es malo. Malos son los comunistas terroristas que mataron, matan y seguirán matando al pueblo peruano. Malos son las derechas representadas en el cuarteto del Bicentenario. Malos son los socialistas caviares que se llenan los bolsillos cual hienas que se ríen del destino nacional. Malos son los clérigos de la sinagoga de Satanás (la Conferencia Episcopal Peruana representada por el triunvirato Cipriani Thorne-Castillo Mattasoglio-Barreto Jimeno) que pactan por debajo con Sendero y se alimentan de carroña y estiércol del diablo, y se llenan los bolsillos con el gran negociado de las plantas de oxigeno.
Malos son los tombos y milicos a los que Dios castigará a cada uno de ellos y a toda su familia por su cobardía y traición a la patria.
Malos son la CONFIEP y la SNI que velan por sus ganancias.
Malos son la RENIEC, la ONPE y el JNE que junto al Grupo El Comercio llevan la co-autoría del fraude electoral.
Malos son aquellos jóvenes del Bicentenario que caen en los pregones antojadizos de unos y de otros.
Malos son aquellos peruanos que ven a la nación desgarrarse pero no quieren defender a la patria, no quieren ser héroes, no quieren ser patriotas, no quieren ser mártires.
No por nada el Castigo Divino será devastador y terminaran todos los malos en el castigo eterno.
Y como escribe Ricardo Palma del infame Rodil:
“Fué virrey de Navarra, marqués de Rodil y sucesivamente capitán general de Extremadura, Valencia, Aragón y Castilla la Nueva, diputado a Cortes, ministro de la Guerra, presidente del Consejo de ministros, senador de la Alta Cámara, prócer del reino, caballero de collar y placa de la orden de la Torre y Espada, gran cruz de las de Isabel la Católica y Carlos III, y caballero con banda de las de San Fernando y San Hermenegildo. Entre él y Espartero existió siempre antagonismo político y aun personal, habiendo llegado a extremo tal que, en 1845, siendo ministro el duque de la Victoria, hizo juzgar a Rodil en consejo de guerra y lo exoneró de sus empleos, honores, títulos y condecoraciones.
Al primer cambio de tortilla, a la caída de Espartero, el nuevo ministerio amnistió a Rodil, devolviéndole su clase de capitán general y demás preeminencias.
El marqués de Rodil no volvió desde entonces a tomar parte activa en la política española, y murió en 1861.”[3]
Al final, la muerte te lleva al juicio del cual nadie escapa. Amen.
“El patriotismo, como decíamos al principio siguiendo a Santo Tomás, es una virtud que comienza en Dios que nos ha creado, que nos ha dado todo con la vida y para la vida, no sólo esta vida terrena, sino que derramó su sangre para abrirnos las puertas de la vida eterna. Pretender un patriotismo tipo revolución francesa, exaltando mi tierra pero rechazando a Dios, es un contrasentido absurdo, absoluto y que no puede más que terminar en la anarquía o el comunismo. Por eso el liberalismo engendra necesariamente socialismo, porque no está centrado en Dios sino en mi libertad como un todo: “non serviam”[4]
Y en ese amor a Dios en que deben ser formadas las generaciones incluye necesariamente el amor, respeto y veneración para nuestros padres, para nuestros mayores, para los patricios, para quienes realmente construyeron la Patria.
(...)
Decir que nuestra vida es otra cosa, es una mentira que no nos sirve para nada. Está muy bien recordar siempre lo que nos hemos propuesto, lo que quisiéramos llegar a ser, para no perder el norte y seguir luchando. Pero debemos saber exactamente dónde estamos parados, no dónde desearíamos estar parados, porque el camino desde este segundo lugar es una fantasía, el camino desde donde estamos parados es el verdadero camino que debemos recorrer.”[5]
NOTAS DE PIE DE PÁGINA
👉SÉ UN PATRIOTA. SÉ UN MARTIR.
ÚNETE A LA INSURGENCIA PARA DEFENDER AL PERÚ, A TU FAMILIA Y TUS INTERESES DE LAS GARRAS DEL ANTICRISTO, DEL COMUNISMO TERRORISTA.
#OperacionDAVID®
Y como escribe Ricardo Palma del infame Rodil:
“Fué virrey de Navarra, marqués de Rodil y sucesivamente capitán general de Extremadura, Valencia, Aragón y Castilla la Nueva, diputado a Cortes, ministro de la Guerra, presidente del Consejo de ministros, senador de la Alta Cámara, prócer del reino, caballero de collar y placa de la orden de la Torre y Espada, gran cruz de las de Isabel la Católica y Carlos III, y caballero con banda de las de San Fernando y San Hermenegildo. Entre él y Espartero existió siempre antagonismo político y aun personal, habiendo llegado a extremo tal que, en 1845, siendo ministro el duque de la Victoria, hizo juzgar a Rodil en consejo de guerra y lo exoneró de sus empleos, honores, títulos y condecoraciones.
Al primer cambio de tortilla, a la caída de Espartero, el nuevo ministerio amnistió a Rodil, devolviéndole su clase de capitán general y demás preeminencias.
El marqués de Rodil no volvió desde entonces a tomar parte activa en la política española, y murió en 1861.”[3]
Al final, la muerte te lleva al juicio del cual nadie escapa. Amen.
“El patriotismo, como decíamos al principio siguiendo a Santo Tomás, es una virtud que comienza en Dios que nos ha creado, que nos ha dado todo con la vida y para la vida, no sólo esta vida terrena, sino que derramó su sangre para abrirnos las puertas de la vida eterna. Pretender un patriotismo tipo revolución francesa, exaltando mi tierra pero rechazando a Dios, es un contrasentido absurdo, absoluto y que no puede más que terminar en la anarquía o el comunismo. Por eso el liberalismo engendra necesariamente socialismo, porque no está centrado en Dios sino en mi libertad como un todo: “non serviam”[4]
Y en ese amor a Dios en que deben ser formadas las generaciones incluye necesariamente el amor, respeto y veneración para nuestros padres, para nuestros mayores, para los patricios, para quienes realmente construyeron la Patria.
(...)
Decir que nuestra vida es otra cosa, es una mentira que no nos sirve para nada. Está muy bien recordar siempre lo que nos hemos propuesto, lo que quisiéramos llegar a ser, para no perder el norte y seguir luchando. Pero debemos saber exactamente dónde estamos parados, no dónde desearíamos estar parados, porque el camino desde este segundo lugar es una fantasía, el camino desde donde estamos parados es el verdadero camino que debemos recorrer.”[5]
NOTAS DE PIE DE PÁGINA
- [1] Marisa del Olmo. "La Republica de Platon". Revista Laberinto de la Universidad de Málaga (UMA).
- [2] Doctor en Filosofía y Psicoanalista Walter Beller Taboada. ¿La violencia tiene justificación?: lo que dicen la ciencia y la Filosofía. Nóesis. Revista de Ciencias Sociales y Humanidades del Instituto de Ciencias Sociales y Administración (ICSA) de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ).
- [3] Manuel Ricardo Palma Soriano, Tradiciones Peruanas: El Fraile y la Monja del Callao. 1872.
- [4] Non serviam: no serviré, grito de satanás rebelándose contra Dios, grito que repiten sus secuaces.
- [5] Alberto Antonio Mensi. Patriotismo o patrioterismo. Marchando Religion.
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