✝️ La Verdadera Navidad Cristiana y 😈 la falsa navidad satánica en el Perú comunista☭
"«El que no está conmigo, está contra Mí, y el que no recoge conmigo, desparrama. Por eso os digo: Todo pecado y blasfemia se perdonará a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada. Y al que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que la diga contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este mundo ni en el otro.»" (Mt XII:30-32).
"«El que no está conmigo, está contra Mí, y el que no recoge conmigo, desparrama. Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda vagando por lugares áridos, en busca de reposo; y, al no encontrarlo, dice: "Me volveré a mi casa, de donde salí." Y al llegar la encuentra barrida y en orden. Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él; entran y se instalan allí, y el final de aquel hombre viene a ser peor que el principio.»" (Lc XI:23-26).
Los verdaderos fieles a Cristo: los católicos tradicionales, son leales a la Doctrina y la Tradición de la Iglesia y celebran la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo con la práctica fiel ayuno, la abstinencia, la oración, la penitencia, acudiendo a los Sacrosantos Sacramentos y Sacramentales y a la realización diaria de las Obras de Misericordia en silencio total de sentidos, con pobreza, humildad y obediencia.
Que diferencia abismal con los hijos de Satanás, que habiendose apoderado de los templos, tras cometer el grave pecado de simonía y herejía, blasfeman ante Dios y cometen profanaciones y sacrilegios. Éstos mal llamados "católicos" no son tales sino acatólicos, herejes y anatemas que siguen a los obispos satánicos para ofender cada día y noche a Dios nuestro Señor.
Pisan el templo consagrado con sus mugrientos zapatos que hacen ruido al andar, no se hacen la ablución del cuerpo y entran cochinos, y tienen el alma mugrienta de graves pecados que por más que se confiecen la absolución que reciben del cura excomulgado no les es válido para alcanzarán el perdón de sus pecados y nunca alaran la Gloriosa Misericordia de Dios Todopoderoso por sus faltas que cometen una tras otra diariamente. Intentan justificarse ellos mismos y a los curitas endemoniados.
Y es que no quieren seguir las palabras de San Pablo cuando predico con estas palabras a los Romanos:
"No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal de modo que obedezcáis a sus apetencias. Ni hagáis ya de vuestros miembros armas de injusticia al servicio del pecado; sino más bien ofreceos vosotros mismos a Dios como muertos retornados a la vida; y vuestros miembros, como armas de justicia al servicio de Dios." (Rm VI:12-13).
Y creen en la navidad comercial, la navidad hereje, la navidad pecadora, en que comprar regalos que entregan hipócritamente a otros de su calaña, mientras beben y tragan comidas abundantes, hasta caer rechonchos y borrachos, luego de bailes y canciones satánicas. Por sus pecados mortales son cadáveres andantes que vagan por el mundo enrrumbando sus almas al fuego del invierno.
"El hombre que se aparta del camino de la prudencia reposará en la asamblea de las sombras. Se arruina el hombre que ama el placer, no será rico el aficionado a banquetes. Rescate del justo es el malo, y en lugar de los rectos, el traidor. Mejor es habitar en el desierto que con mujer litigiosa y triste. Tesoro precioso y aceite en la casa del sabio, pero el hombre necio los devora." (Pr XXI:16-20).
No quieren poner su corazón para obedecer la predicación de los verdaderos clérigos que provienen de Cristo, Verdad y Vida. Por eso, Dios Todopoderoso y Eterno los maldice y les ha enviado un Gran Castigo: enfermedades, plagas, desastres, el comunismo terrorista, la muerte en todo el Perú y para todos los Peruanos infieles.
"«...vamos a destruir este lugar, que es grande el clamor de ellos en la presencia de Dios Todopoderoso, el que existe, y Nuestro Dios y Señor de los Ejércitos nos ha enviado a destruirlos.»" (Gn XIX:13).
En lugar de donar dinero a quienes se lo piden, se lo niegan y con ello pecan.
En lugar de dar alimentos, ropa, calzado y medicinas al prójimo se lo niegan para enjoyarse y tragar como búfalos.
Por todos estos pecados morirán en vida para podrirse sufriendo en el infierno por malditos anatemas.
"«A todo el que te pida, da, y al que tome lo tuyo, no se lo reclames. Y lo que queráis que os hagan los hombres, hacédselo vosotros igualmente. Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Pues también los pecadores aman a los que les aman. Si hacéis bien a los que os lo hacen a vosotros, ¿qué mérito tenéis? ¡También los pecadores hacen otro tanto! Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir lo correspondiente. Más bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar nada a cambio; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque Él es bueno con los ingratos y los perversos. Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá.»" (Lc VI:30-38).
"Se levantó un legista, y dijo para ponerle a prueba: «Maestro, ¿que he de hacer para tener en herencia vida eterna?» Él le dijo: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?» Respondió: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.» Díjole entonces: «Bien has respondido. Haz eso y vivirás.» Pero el legista, queriendo justificarse, dijo a Jesús: «Y ¿quién es mi prójimo?» Jesús respondió: «Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, que, después de despojarle y golpearle, se fueron dejándole medio muerto. Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verle, dio un rodeo. De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio le vio y dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verle tuvo compasión; y, acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándole sobre su propia cabalgadura, le llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: "Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva." ¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?» El dijo: «El que practicó la misericordia con él.» Díjole Jesús: «Vete y haz tú lo mismo.»" (Lc X:25-37).
Uy, que difícil es para los anatemas ser buenos.
"«Yo os aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los Cielos. Os lo repito, es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el Reino de los Cielos.»" (Mt XIX:23-24).
Nuestro Señor Jesucristo ha nacido, no para traer la paz, sino la guerra.
"«No penséis que he venido a traer paz a la tierra. No he venido a traer paz, sino espada. Sí, he venido a enfrentar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; y enemigos de cada cual serán los que conviven con él. El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. El que no toma su cruz y me sigue detrás no es digno de mí. El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará.»" (Mt X:34-39).
Y en su pronto Santo Regreso en la Parusía:
"Cristo Jesús que ha de venir a juzgar a vivos y muertos, por su Manifestación y por su Reino" (II Tm IV:1).
Y aunque huyan y se escondan:
"Darán cuenta a quien está pronto para juzgar a vivos y muertos." (I Pe IV:5).
"«Cuando el Hijo del hombre venga en Su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. Serán congregadas delante de Él todas las naciones, y Él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el Rey a los de su derecha: "Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme." Entonces los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?" Y el Rey les dirá: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis." Entonces dirá también a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; era forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis." Entonces dirán también éstos: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?" Y Él entonces les responderá: "En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo." E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna.»" (Mt XV:31-46).
Sí, el Señor ya viene, y no para que te hagas la loca y le cantes Happy Birthday, sino para que juzgandote vayas directo al hoyo del fuego eterno.
Será tal el rechinar de dientes y la intensidad del castigo eterno que serán como el rico epulón:
"«Era un hombre rico que vestía de púrpura y lino, y celebraba todos los días espléndidas fiestas. Y uno pobre, llamado Lázaro, que, echado junto a su portal, cubierto de llagas, deseaba hartarse de lo que caía de la mesa del rico... pero hasta los perros venían y le lamían las llagas. Sucedió, pues, que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Murió también el rico y fue sepultado. Estando en el Hades entre tormentos, levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Y, gritando, dijo: "Padre Abraham, ten compasión de mí y envía a Lázaro a que moje en agua la punta de su dedo y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama." Pero Abraham le dijo: "Hijo, recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida y Lázaro, al contrario, sus males; ahora, pues, él es aquí consolado y tú atormentado. Y además, entre nosotros y vosotros se interpone un gran abismo, de modo que los que quieran pasar de aquí a vosotros, no puedan; ni de ahí puedan pasar donde nosotros." Replicó: "Con todo, te ruego, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les dé testimonio, y no vengan también ellos a este lugar de tormento." Díjole Abraham: "Tienen a Moisés y a los profetas; que les oigan." El dijo: "No, padre Abraham; sino que si alguno de entre los muertos va donde ellos, se convertirán." Le contestó: "Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán, aunque un muerto resucite."»" (Lc XVI:19-31).
Ahora, eres tan caradura de pedir compasión tan conchudamente cuando nunca jamás has tenido misericordia por el pobre que es el mismo Cristo en el prójimo próximo a ti, cercano a ti, y que todo el maldito tiempo tuyo le ignoras, le desprecias, le insultas. Te toca sufrir pero por toda la eternidad por tus pecados mortales.
Por eso, los verdaderos catolicos cumplimos con la Magnánima Santa Voluntad de Dios:
"No nos cansemos de obrar el bien; que a su tiempo nos vendrá la cosecha si no desfallecemos. Así que, mientras tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos, pero especialmente a nuestros hermanos en la fe." (Ga VI:9-10).
AUTOR:
- R.P. Fray Jesús de la Santa Cruz, O.T., Penitenciario. DTh en Teología Moral y Escatología. Maestro principal de Teología Moral y Escatología.