Tuesday, July 6, 2021

😈 LAS PRINCIPALES HEREJÍAS, SACRILEGIOS, PROFANACIONES Y OFENSAS CONTRA DIOS PÚBLICAMENTE HECHAS POR 🔱 EL ANTIPAPA FRANCISCO, EL FALSO PROFETA DEL APOCALIPSIS 👺

LAS PRINCIPALES HEREJÍAS, SACRILEGIOS, PROFANACIONES Y OFENSAS CONTRA DIOS PÚBLICAMENTE HECHAS POR EL ANTIPAPA FRANCISCO, EL FALSO PROFETA DEL APOCALIPSIS


 

  1. Nunca jamás someterse, humillarse, arrodillarse ni tenderse en el suelo ante el Santísimo Sacramento del Altar, Real Prescencia de Nuestro Señor Jesucristo en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. 
  2. Haber comparado a Nuestro Señor Jesucristo con Mahoma y Buda, osea un simple profeta. Tomando las ideas adopcionistas, arrianistas, docetistas, ebionistas, y gnósticas con un trasfondo masónico y satánico. 
  3. Declarar que Nuestra Señora, la siempre Virgen María fue una simple mujer que no fue virgen. (Nuestra Señora ha reaccionado muchas veces cuando este sujeto se ha puesto frente a ella y lo ha echado a un lado provocando su caída.) 
  4. Entronizar a la pachamama en el lugar santo: el tabernáculo, el altar y el templo haciendo que todos caigan en perfecto pecado mortal al ponerles a adorar al ídolo.  
  5. Prohibir la Sacrosanta Misa Tridentina en donde verdaderamente Cristo Nuestro Señor está presente. 
  6. Aparentar que está haciendo justicia en contra de los pedófilos y pederastas cuando en realidad los protege y financia. 
  7. Promueve el desfalco y derroche de los fondos de la Iglesia con el pretexto de que es para los pobres, pero abandona a los sacerdotes y religiosos fieles a la Iglesia, participa de crímenes como los de la Junta Militar Argentina, y favorece a la desaparicion y trata de personas para fines satánicos. 

NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO YA CONDENÓ A LA IGLESIA DEL NUEVO ORDEN MUNDIAL DE SATANÁS

NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO YA CONDENCONDENÓ A LA IGLESIA DEL NUEVO ORDEN MUNDIAL DE SATANÁS



«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas. Malditos sean! » (Mt XXIII).

Desenmascarando al maligno: Conoce porque la Iglesia del Nuevo Orden Mundial de Satanás no es la Verdadera la Iglesia Católica Apostólica y Romana.

Desenmascarando al maligno: Conoce porque la Iglesia del Nuevo Orden Mundial de Satanás no es  la Verdadera la Iglesia Católica Apostólica y Romana


El problema de la Iglesia del Nuevo Orden Mundial de Satanás es que: 
  • Odia a Cristo Eucaristía y a María Inmaculada. 
  • No es la Verdadera la Iglesia Católica Apostólica y Romana. 
  • No sana ni salva almas sino que las lleva al infierno. 
  • No administra los Sacramentos ni Sacramentales. 
  • No guarda la Verdadera Doctrina y Tradición. 
  • Disfruta de alimentarse con el estiércol del diablo 
  • Siguen al padre de la mentira: el diablo 
  • Es Pedófila, Pederasta y Depredarora Sexual 
  • Roba el dinero de los fieles. 
  • Y tiene por lider a un antipapa que es el Falso Profeta del Apocalipsis que abre camino al anticristo.

🙏✝️📿 ORAR, OBTENER INDULGENCIAS Y HACER PENITENCIA POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO 🛐🔥

🙏✝️📿 ORAR, OBTENER INDULGENCIAS Y HACER PENITENCIA POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO 🛐🔥


Los tridentinos acostumbramos hacer penitencia, obtener indulgencias para alcanzarlas a las almas de purgatorio, además de orar por ellas.

“OFRECER EL SACRIFICIO por el descanso de los difuntos (...) es una costumbre observada en el mundo entero. Por eso creemos que se trata de una costumbre enseñada por los mismos Apóstoles. En efecto, la Iglesia católica la observa en todas partes; y si ella no creyera que se les perdonan los pecados a los fieles difuntos, no haría limosnas por sus almas, ni ofrecería por ellas el sacrificio a Dios". 
—San Isidoro de Sevilla, Sobre los oficios eclesiásticos, 1. 
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“DEBEMOS AYUDAR a los que se hallan en el purgatorio. Demasiado insensible sería quien no auxiliara a un ser querido encarcelado en la tierra; mas insensible es el que no auxilia a un amigo que está en el purgatorio, pues no hay comparación entre las penas de este mundo y las de allí". 
—Santo Tomás de Aquino, Sobre el Credo, 5, 1. c., p. 73. 
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OREMOS
℣. Dios omnipotente, 
Padre de bondad y de misericordia, 
apiadaos de las benditas almas del Purgatorio 
y ayudad a nuestros queridos padres y antepasados. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a nuestros hermanos y parientes. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a todos nuestros bienhechores espirituales y temporales. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los que han sido nuestros amigos y súbditos. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a cuantos debemos amor y oración. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a cuantos hemos perjudicado y dañado. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los que han faltado contra nosotros. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a aquellos a quienes profesáis predilección. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los que están más próximos a la unión con Vos. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los que os desean más ardientemente. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los que sufren más. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los que están más lejos de su liberación. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los que menos auxilio reciben. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los que más méritos tienen por la Iglesia. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los que fueron ricos aquí, y allí son los más pobres. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los poderosos, que ahora son como viles siervos. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los ciegos que ahora reconocen su ceguera. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los vanidosos que malgastaron su tiempo. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los pobres que no buscaron las riquezas divinas. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los tibios que muy poca oración han hecho. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los perezosos que han descuidado tantas obras buenas. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los de poca fe que descuidaron los santos Sacramentos. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los reincidentes que sólo por un milagro de la gracia se han salvado. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los padres que no vigilaron bien a sus hijos. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los superiores poco atentos a la salvación de sus súbditos. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los pobres hombres, que casi sólo se preocuparon del dinero y del placer. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los de espíritu mundano que no aprovecharon sus riquezas o talentos para el cielo. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los necios, que vieron morir a tantos no acordándose de su propia muerte. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los que no dispusieron a tiempo de su casa, estando completamente desprevenidos para el viaje más importante. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los que juzgaréis tanto más severamente, cuánto más les fue confiado. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los pontífices, reyes y príncipes. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los obispos y sus consejeros. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a nuestros maestros y pastores de almas. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los finados sacerdotes de esta diócesis y de la prelatura.  
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los sacerdotes y religiosos de la Iglesia Católica. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los defensores de la Santa Fe. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los caídos en los campos de batalla. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los sepultados en los mares. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los muertos repentinamente. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Ayudad a los fallecidos sin recibir los Sacrosantos Sacramentos. 
℟. ¡Jesús mío, misericordia! 
℣. Dadles, Señor, a todas las almas el descanso eterno. 
℟. Y haced lucir sobre ellas vuestra eterna luz. 
℣. Que en paz descansen. 
℟. Amén.

RESPŌNSŌ


℣. Ne recordéris peccáta mea, Dómine. 

℟. Dum véneris iudicáre sæculum per ignem. 

℣. Dírige, Dómine, Deus meus, in conspéctu tuo viam meam. 

℟. Dum véneris iudicáre sæculum per ignem. 

℣. Réquiem ætérnam dona ei (eis), Dómine, et lux perpétua lúceat ei (eis) . 

℟. Dum véneris iudicáre sæculum per ignem. 


℣. Kyrie, eléison. 

℟. Kyrie, eléison. 

℣. Christe, eléison.

℟. Christe, eléison. 

℣. Kyrie, eléison. 

℟. Kyrie, eléison. 


℣. Pater noster 

qui es in cælis 

sanctificetur nomen tuum 

adveniat regnum tuum 

fiat voluntas tua 

sicut in cælo et in terra 

panem nostrum quotidianum 

da nobis hodie; 

et dimitte nobis debita nostra 

sicut et nos dimittimus 

debitoribus nostris 

et ne nos inducas in tentationem 

℟. sed libera nos a malo. 


℣. A porta ínferi. 

℟. Erue, Dómine, ánimam eius (ánimas eórum). 

℣. Requiescat (requiescant) in pace. 

℟. Amen. 

℣. Dómine, exáudi oratiónem meam. 

℟. Et clámor meus ad te véniat. 


℣. Dóminus vobíscum. 

℟. Et cum spíritu túo.


℣. Orémus: 

Absólve, quæsumus, Dómine, 

ánimam fámuli tui N. (fámulæ tuæ N.) 

ab omni vínculo delictórum: 

ut, in resurrectiónis glória, ínter Sanctos et eléctos tuos 

resuscitata respíret. 

Per Chrístum Dóminum nostrum.

℟. Amen. 


℣. Réquiem ætémam dona ei (eis), Dómine. 

℟. Et lux perpétua lúceat ei (eis). 

℣. Requiescat (requiescant) in pace. 

℟. Amen. 


℣. Anima eius (ánimæ eórum) et ánimæ ómnium fidélium defunctórum per misericórdiam Dei requiéscant in pace. 

℟. Amen. 


ALIÆ ORATIONES 

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—Pro paréntibus: 

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℣. Orémus: 

Deus, qui nos patrem et matrem honoráre prcecepísti: 

miserere clementer animábus paréntum nostrórum, 

eorúmque peccáta dimítte; 

nosque eos in ætérnæ claritátis gáudio fac vidére. 

Per Chrístum Dóminum nóstrum. 

℟. Amen. 


—Pro omnibus fidélibus defunctis: 


℣. Oremus: 

Fidélium, Deus, ómnium cónditor et redémptor, 

animábus famulórum famularúmque tuárum 

remissiónem cunctórum tríbue peccatórum: 

ut indulgéntiam, quam semper optavérunt, 

píis supplicatiónibus consequántur. 

Per Christum Dóminum nóstrum.

℟. Amen. 


=TRADUCCION= 


RESPONSO 


℣. No te acuerdes, Señor, de mis pecados. 

℟. Cuando vengas a juzgar al mundo por medio del fuego. 

℣. Señor, Dios mío, dirige mis pasos en tu presencia. 

℟. Cuando vengas a juzgar al mundo por medio del fuego. 

℣. Concédele (s), Señor, el descanso eterno, Y que le (s) alumbre la luz eterna. 

℟. Cuando vengas a juzgar al mundo por medio del fuego. 


℣. Señor, ten piedad. 

℟. Señor, ten piedad. 

℣. Cristo, ten piedad. 

℟. Cristo, ten piedad.


℣. Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, 

℟. y líbranos del mal. 


℣. Libra, Señor, su alma (sus almas) 

℟. De las penas del infierno. 

℣. Descanse (descansen) en paz. 

℟. Amén. 

℣. Señor, escucha mi oración. 

℟. Y llegue a ti mi clamor. 

℣. El Señor esté con vosotros. 

℟. Y con tu espíritu. 


℣. Oremos:  

Te rogamos, Señor, que absuelvas el alma de tu siervo N. (de tu sierva N.) 

de todo vínculo de pecado, 

para que viva en la gloria de la resurrección, entre tus santos y elegidos. 

Por Cristo nuestro Señor. 

℟. Amén. 


℣. Concédele (concédeles) Señor, el descanso eterno. 

℟. Y brille para él (ella, ellos) la luz eterna. 

℣. Descanse (descansen) en paz. 

℟. Amén. 


℣. Su alma (sus almas) y las de todos los fieles difuntos descansen en paz, por la misericordia del Señor. 

℟. Amén. 


OTRAS ORACIONES 


—Por los padres 


℣. Oremos: 

Oh, Dios que nos mandaste honrar al padre y a la madre, 

apiádate clemente de las almas de nuestros padres, 

y perdónales sus pecados; 

y haz que los veamos en el gozo de la eterna caridad. 

Por nuestro Señor Jesucristo. 

℟. Amén. 


—Por todos los fieles difuntos: 

℣. Oremos: 

Oh Dios, Creador y Redentor de todos los fieles, 

concede a las almas de tus siervos y siervas el perdón de todos los pecados, 

para que consigan por nuestras piadosas súplicas 

la indulgencia que siempre desearon. 

Por Jesucristo nuestro Señor. 

℟. Amén.


SITUACION DE VIOLENCIA DEL REGIMEN MILITAR DE BIRMANIA CONTRA LOS SERVICIOS MEDICOS DE EMERGENCIA

SITUACION DE VIOLENCIA DEL REGIMEN MILITAR DE BIRMANIA CONTRA LOS SERVICIOS MEDICOS DE EMERGENCIA

Debido a la violencia del Regimen Militar de Birmania contra los Servicios Medicos de Emergencia, todos los seglares que se encontraban en mision han sido trasladados inmediatamente a Tailandia. 

La Prelatura ha decidido pasar a la clandestinidad el resto de operaciones en Birmania. 

VIDEO REFERENCIAS: 

EL PEREGRINO DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO

EL PEREGRINO DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO

  

«¿RENUNCIAS A SATANÁS?» “¡NO ME DA LA GANA, C***AJO!”

«¿RENUNCIAS A SATANÁS?»


 
“¡NO ME DA LA GANA, C***AJO!”


Esta es la característica respuesta de los infieles: las almas en pecado mortal que ya están condenadas al infierno. Y nosotros ¿deberíamos contestarles como Peter Pan: "Si eso quieres"?, osea, si quieres ir al infierno es cosa tuya.

La respuesta tampoco debe ser “sí renuncio” con una voz débil e insegura, creo que los niños y los militares y hasta los moribundos responden mucha más fuerte, con total seguridad, y virilidad: ¡¡¡SÍ, RENUNCIO!!! 

En la ceremonia que tenemos los Tridentinos del pase de supernumerarios a legionarios (no se debe confundir ni relacionar con la Legion de Maria ni los Legionarios de Cristo), los profesos se vuelcan al piso colocandose boca abajo completamente tendidos. El sacerdote les coloca sobre el cuello el filo de la espada simbolizando que entregan su vida entera a Cristo Rey, Señor y Capitán y a la Inmaculada Concepción de la siempre Virgen Maria, Reina, Señora y Capitana. En la vigilia previa a la ceremonia, velan las armas de rodillas ante el Santísimo Sacramento expuesto, plantados firme y determinadamente sobre el suelo desde la noche hasta el amanecer. Dicha penitencia, bien dolorosa por cierto, la ofrecen como sacrificio reparador al Sagrado Corazon de Jesus y al Inmaculado Corazon de Maria como parte de la renovación de su consagración personal como almas víctimas para la salvación de los pecadores y para que venga pronto el Reino de los cielos, las indulgencias que ganan la ofrecen por la salvación de las almas del purgatorio. 
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Pero, ¿qué pocos deciden ser buenos y verdaderos católicos? Los seudo-católicos o acatólicos (los excomulgados, apóstatas y anatemas que blasfeman, ofenden, profanan y hacen y adoran sacrilegios diarios, si, esos los del Novus Ordo, los vaticanistas, los fans de Bergoglio, el Falso Profeta del Apocalipsis, que adoran a la pachamama, que creen que Cristo era cualquier hijo de vecino, un profeta cualquiera, y que lo comparan como Mahoma o Buda, y que Maria era una mujer de mundo como cualquier mujer, que no era virgen y que tenía varios hijos. Si esos que dicen que tienen que ir obligada y necesariamente a los templos de la actual Iglesia del Nuevo Orden de Satanás y que antes era la Iglesia Católica pero ahora no lo es por sus perjuicios, por sus mentiras, por su colusión y corrupción, por su alta criminalidad, por abusar de las mujeres, de los hombres, y peor aun, de los niños, adolescentes, jóvenes, y hasta de ancianos. Por robarle el dinero a los necios, y por arrastrar al infierno a tanto burro al infierno. Bueno, todos esos, que son un monton ya tienen su pasaje con todo pagado para que disfruten a sus anchas de unas eternas vacaciones en el infierno. Nosotros los acusamos, nosotros somos testigos junto con sus ángeles de la guarda, que vienen a nosotros posesionados por los demonios o inducidos por Satanás a invitarnos al pecado, osea a la mentira. Esos mismos no quieren renunciar a Satanás, no quieren aceptar a Cristo. Porque si aceptaran a Cristo que tendrían que hacer. Ah, algo que no quieren: 
  1. Renunciar al estiércol del diablo: el dinero, las joyas, las compras, los lujos, las vacaciones, las propiedades. 
  2. Renunciar a la gula: la comida y la bebida preferida, la parrilla, el pollo broaster con papitas fritas, al pan con chicharrón y camotito frito, a la gaseosa, a la chelita o el corto para ver el partido, irme de juerga y tirarme a tal o a cual y no pasa nada ni se entera nadie. 
  3. Renunciar al padre de la mentira: “no qué dirán, mejor mentir porque bajo de categoría” o “asi le engaño y me aprovecho de la oportunidad”. 
Prefieren eso a crucificarse en su propia cruz por Cristo. “Ay, no, que voy a hacer eso, no”. Sin embargo, los verdaderos y únicos católicos no se andan con rodeos ni con excusas, son valientes y no sadomasoquistas. Hasta los niños escriben en un papelito o en su mano el ofrecimiento diario o mortificación para reparar el pecado que tú has cometido: 
  • “Hoy no voy a comer postre ni helado por la salvación de un pecador”. 
  • “No voy a usar mi carro / moto / bicicleta / skateboard e ire a trabajar o a estudiar a pie bien temprano para llegar a la hora, y así salvare a un pecador”.
  • “Hoy no tomaré mi medicina para rogar por la salvación de un pecador”. 
Estas oblaciones hechas acción, son penitencias que los tridentinos, tanto clérigos como seglares, damos con suma alegría a Dios para la redención del género humano. Claro está, que tu eres bastante mal agradecido e inconsciente, y te va y te viene que un niño de 5 años, que un adolescente de 11, que un joven de 27, que un adulto de 57, o que un viejito de 92 años haga eso por ti. Y como eres tan pero tan insensato dirás: “Acaso yo le pedido que se mate por mi. Acaso yo le he dicho que lo haga”. Y te encierras en ti, y tercamente rechazas a Cristo Eucaristía, rechazas a Cristo Crucificado, y prefieres la payasada, las cancioncitas monótonas y carismáticas con guitarra y con cajón con el cura que baila y dice chistes como si fuera un teatro en donde el título de la función es: “Peca ahora y ganate con el diablo”. ¿Qué es un concurso o una competencia?  “Ay, es que la misa de ustedes es aburrida y triste”. ¡Triste! En la Sacrosanta Misa Tridentina se repite la Crucifixión de Nuestro Señor Jesucristo, ese Sacrificio que tú odias porque no te tiendes en el suelo y lo adoras. ¿Acaso estás ciego y no ves que está presente ante ti Nuestro Señor en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad? ¿Eres tan orgulloso que porque te duele la rodilla o tienes el reuma no te puedes tirar al piso porque te vas a humillar? Pues humillate porque estás ante el Rey de reyes, el Señor de los señores, de lo contrario largate de la presencia divina, fuera y vete al infierno. No mereces estar ante la presencia de Nuestro Dios y Señor, maldito. 

“No me quiero confesar con un cura tradicional porque me da miedo”. Como no te va a dar miedo si tienes la conciencia cochina y renegrida de tanta mugre de pecados que tienes en lista roja. Claro, y prefieres el curita de la esquina que no te puede absolver porque está excomulgado por celebrar la misa negra, la misa satánica, la misa Novus Ordo o vaticanista. 
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“Ay, no, yo comulgo con el padrecito que buenazo”. Claro, que comulgas una oblea que te dan en la mano en la que no está presente ni vivo Nuestro Señor Jesucristo. No entiendes cabeza dura, que ese curita no dice las palabras de la consagración sino lo que se le antoja por hereje. 

“Yo me arrodillo porque me duele el coxis y el doctor me ha dicho que no haga esfuerzo”. ¿Así? Espérate que no sabes lo que te va a doler y arder en el infierno. Cuánto valor tiene ofrecer a Dios ese mismo dolor. Ah, no que te van a ver humillado, arrodillado, postrado, tirado en el suelo, con el rostro lloroso y las manos juntas pidiendo “Piedad, Señor, Misericordia”

“Yo me voy a la parroquia y allí me lo bautizan / me casan porque conozco a la secre” Claro, y ¿ese fulano sigue todo el rito del bautizo, de la comunión, de la confirmación, del matrimonio, de la extremaunción? Na, hace lo que se le antoja, si quiere baila, canta, prende la luz o las apaga y pone globos y rayos láser, baño de burbujas, y te cobra un ojo de la cara por la alfombra, por lo que te quiera sacar plata. 

“Ay no, si el padrecito es buenito, ha puesto una planta de oxígeno en la parroquia” Claro, y nosotros nos chupamos el dedo. ¡Es un negociado redondo! En donde tu curita recibe su tajada junto con el obispo. No deberían cobrarte nada de nada, ¿acaso Cristo les cobraba a sus apóstoles, a los discípulos, a las mujeres, a los enfermos, o al pueblo que lo seguía? Esa plata se la tiran delante de tus narices para sus parejas, para sus banquetes, para sus carrazos, para pagarle a sus guardaespaldas. ¿Por qué crees que andan con guardaespaldas? ¿A qué le temen esos tipos?  Le tienen miedo al mismo Satanás, si a ese que ellos mismos sirven todos los días junto con sus demonios. ¿O eres tan caaaandy que crees que tienen una aureola y flotan en el aire porque son recontra piadosos? No, se las traen y bien traídas esos majaderos que de curas no tienen nada, así que cumplan la orden de Cristo: “No los llamen ‘padre’”. No los busquen. No les den dinero ni bienes. Denlo a los pobres, a los verdaderos pobres, porque en el pobre realmente está Cristo, ESTÁ CRISTO.

Y déjense de una buena vez, de majaderías porque una vez que caigan al hueco ya no se puede hacer nada. Advertidos estan. Vuelvan al rebaño de las ovejas del verdadero y único pastor: Cristo. Y salgan de una vez del grupo de cabras locas que se suben al árbol para figurar y para que todos las vean. 

CRÉDITO DE TEXTO 
P. Clodomiro Riquelme, O.T., confesor. 

CRÉDITO DE ILUSTRACIÓN 
© @Siganmelosbuenosoficial 
Publicada el 13 de abril de 2021