Tuesday, July 6, 2021

«¿RENUNCIAS A SATANÁS?» “¡NO ME DA LA GANA, C***AJO!”

«¿RENUNCIAS A SATANÁS?»


 
“¡NO ME DA LA GANA, C***AJO!”


Esta es la característica respuesta de los infieles: las almas en pecado mortal que ya están condenadas al infierno. Y nosotros ¿deberíamos contestarles como Peter Pan: "Si eso quieres"?, osea, si quieres ir al infierno es cosa tuya.

La respuesta tampoco debe ser “sí renuncio” con una voz débil e insegura, creo que los niños y los militares y hasta los moribundos responden mucha más fuerte, con total seguridad, y virilidad: ¡¡¡SÍ, RENUNCIO!!! 

En la ceremonia que tenemos los Tridentinos del pase de supernumerarios a legionarios (no se debe confundir ni relacionar con la Legion de Maria ni los Legionarios de Cristo), los profesos se vuelcan al piso colocandose boca abajo completamente tendidos. El sacerdote les coloca sobre el cuello el filo de la espada simbolizando que entregan su vida entera a Cristo Rey, Señor y Capitán y a la Inmaculada Concepción de la siempre Virgen Maria, Reina, Señora y Capitana. En la vigilia previa a la ceremonia, velan las armas de rodillas ante el Santísimo Sacramento expuesto, plantados firme y determinadamente sobre el suelo desde la noche hasta el amanecer. Dicha penitencia, bien dolorosa por cierto, la ofrecen como sacrificio reparador al Sagrado Corazon de Jesus y al Inmaculado Corazon de Maria como parte de la renovación de su consagración personal como almas víctimas para la salvación de los pecadores y para que venga pronto el Reino de los cielos, las indulgencias que ganan la ofrecen por la salvación de las almas del purgatorio. 
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Pero, ¿qué pocos deciden ser buenos y verdaderos católicos? Los seudo-católicos o acatólicos (los excomulgados, apóstatas y anatemas que blasfeman, ofenden, profanan y hacen y adoran sacrilegios diarios, si, esos los del Novus Ordo, los vaticanistas, los fans de Bergoglio, el Falso Profeta del Apocalipsis, que adoran a la pachamama, que creen que Cristo era cualquier hijo de vecino, un profeta cualquiera, y que lo comparan como Mahoma o Buda, y que Maria era una mujer de mundo como cualquier mujer, que no era virgen y que tenía varios hijos. Si esos que dicen que tienen que ir obligada y necesariamente a los templos de la actual Iglesia del Nuevo Orden de Satanás y que antes era la Iglesia Católica pero ahora no lo es por sus perjuicios, por sus mentiras, por su colusión y corrupción, por su alta criminalidad, por abusar de las mujeres, de los hombres, y peor aun, de los niños, adolescentes, jóvenes, y hasta de ancianos. Por robarle el dinero a los necios, y por arrastrar al infierno a tanto burro al infierno. Bueno, todos esos, que son un monton ya tienen su pasaje con todo pagado para que disfruten a sus anchas de unas eternas vacaciones en el infierno. Nosotros los acusamos, nosotros somos testigos junto con sus ángeles de la guarda, que vienen a nosotros posesionados por los demonios o inducidos por Satanás a invitarnos al pecado, osea a la mentira. Esos mismos no quieren renunciar a Satanás, no quieren aceptar a Cristo. Porque si aceptaran a Cristo que tendrían que hacer. Ah, algo que no quieren: 
  1. Renunciar al estiércol del diablo: el dinero, las joyas, las compras, los lujos, las vacaciones, las propiedades. 
  2. Renunciar a la gula: la comida y la bebida preferida, la parrilla, el pollo broaster con papitas fritas, al pan con chicharrón y camotito frito, a la gaseosa, a la chelita o el corto para ver el partido, irme de juerga y tirarme a tal o a cual y no pasa nada ni se entera nadie. 
  3. Renunciar al padre de la mentira: “no qué dirán, mejor mentir porque bajo de categoría” o “asi le engaño y me aprovecho de la oportunidad”. 
Prefieren eso a crucificarse en su propia cruz por Cristo. “Ay, no, que voy a hacer eso, no”. Sin embargo, los verdaderos y únicos católicos no se andan con rodeos ni con excusas, son valientes y no sadomasoquistas. Hasta los niños escriben en un papelito o en su mano el ofrecimiento diario o mortificación para reparar el pecado que tú has cometido: 
  • “Hoy no voy a comer postre ni helado por la salvación de un pecador”. 
  • “No voy a usar mi carro / moto / bicicleta / skateboard e ire a trabajar o a estudiar a pie bien temprano para llegar a la hora, y así salvare a un pecador”.
  • “Hoy no tomaré mi medicina para rogar por la salvación de un pecador”. 
Estas oblaciones hechas acción, son penitencias que los tridentinos, tanto clérigos como seglares, damos con suma alegría a Dios para la redención del género humano. Claro está, que tu eres bastante mal agradecido e inconsciente, y te va y te viene que un niño de 5 años, que un adolescente de 11, que un joven de 27, que un adulto de 57, o que un viejito de 92 años haga eso por ti. Y como eres tan pero tan insensato dirás: “Acaso yo le pedido que se mate por mi. Acaso yo le he dicho que lo haga”. Y te encierras en ti, y tercamente rechazas a Cristo Eucaristía, rechazas a Cristo Crucificado, y prefieres la payasada, las cancioncitas monótonas y carismáticas con guitarra y con cajón con el cura que baila y dice chistes como si fuera un teatro en donde el título de la función es: “Peca ahora y ganate con el diablo”. ¿Qué es un concurso o una competencia?  “Ay, es que la misa de ustedes es aburrida y triste”. ¡Triste! En la Sacrosanta Misa Tridentina se repite la Crucifixión de Nuestro Señor Jesucristo, ese Sacrificio que tú odias porque no te tiendes en el suelo y lo adoras. ¿Acaso estás ciego y no ves que está presente ante ti Nuestro Señor en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad? ¿Eres tan orgulloso que porque te duele la rodilla o tienes el reuma no te puedes tirar al piso porque te vas a humillar? Pues humillate porque estás ante el Rey de reyes, el Señor de los señores, de lo contrario largate de la presencia divina, fuera y vete al infierno. No mereces estar ante la presencia de Nuestro Dios y Señor, maldito. 

“No me quiero confesar con un cura tradicional porque me da miedo”. Como no te va a dar miedo si tienes la conciencia cochina y renegrida de tanta mugre de pecados que tienes en lista roja. Claro, y prefieres el curita de la esquina que no te puede absolver porque está excomulgado por celebrar la misa negra, la misa satánica, la misa Novus Ordo o vaticanista. 
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“Ay, no, yo comulgo con el padrecito que buenazo”. Claro, que comulgas una oblea que te dan en la mano en la que no está presente ni vivo Nuestro Señor Jesucristo. No entiendes cabeza dura, que ese curita no dice las palabras de la consagración sino lo que se le antoja por hereje. 

“Yo me arrodillo porque me duele el coxis y el doctor me ha dicho que no haga esfuerzo”. ¿Así? Espérate que no sabes lo que te va a doler y arder en el infierno. Cuánto valor tiene ofrecer a Dios ese mismo dolor. Ah, no que te van a ver humillado, arrodillado, postrado, tirado en el suelo, con el rostro lloroso y las manos juntas pidiendo “Piedad, Señor, Misericordia”

“Yo me voy a la parroquia y allí me lo bautizan / me casan porque conozco a la secre” Claro, y ¿ese fulano sigue todo el rito del bautizo, de la comunión, de la confirmación, del matrimonio, de la extremaunción? Na, hace lo que se le antoja, si quiere baila, canta, prende la luz o las apaga y pone globos y rayos láser, baño de burbujas, y te cobra un ojo de la cara por la alfombra, por lo que te quiera sacar plata. 

“Ay no, si el padrecito es buenito, ha puesto una planta de oxígeno en la parroquia” Claro, y nosotros nos chupamos el dedo. ¡Es un negociado redondo! En donde tu curita recibe su tajada junto con el obispo. No deberían cobrarte nada de nada, ¿acaso Cristo les cobraba a sus apóstoles, a los discípulos, a las mujeres, a los enfermos, o al pueblo que lo seguía? Esa plata se la tiran delante de tus narices para sus parejas, para sus banquetes, para sus carrazos, para pagarle a sus guardaespaldas. ¿Por qué crees que andan con guardaespaldas? ¿A qué le temen esos tipos?  Le tienen miedo al mismo Satanás, si a ese que ellos mismos sirven todos los días junto con sus demonios. ¿O eres tan caaaandy que crees que tienen una aureola y flotan en el aire porque son recontra piadosos? No, se las traen y bien traídas esos majaderos que de curas no tienen nada, así que cumplan la orden de Cristo: “No los llamen ‘padre’”. No los busquen. No les den dinero ni bienes. Denlo a los pobres, a los verdaderos pobres, porque en el pobre realmente está Cristo, ESTÁ CRISTO.

Y déjense de una buena vez, de majaderías porque una vez que caigan al hueco ya no se puede hacer nada. Advertidos estan. Vuelvan al rebaño de las ovejas del verdadero y único pastor: Cristo. Y salgan de una vez del grupo de cabras locas que se suben al árbol para figurar y para que todos las vean. 

CRÉDITO DE TEXTO 
P. Clodomiro Riquelme, O.T., confesor. 

CRÉDITO DE ILUSTRACIÓN 
© @Siganmelosbuenosoficial 
Publicada el 13 de abril de 2021