TIRARSE ABAJO AL VALLE DE LOS CAÍDOS
En nuestra opinión bastaba con exhumar los restos del militar dictador Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, padre del falangista y fascista José Antonio Primo de Rivera y Sáenz de Heredia, cuyo ejemplo tanto daño hace en el Perú corroyendo a los sodálites pedofilos y corruptos. Pero de allí, a pasar a destruir un templo, una abadía y una cruz es una afrenta para todos los católicos españoles. Si ya fueron exhumados los restos del dictador Francisco Franco Bahamonde.
Estamos de acuerdo, que la evidencia histórico pone de relieve que dicho conjunto arquitectónico fue construido a punto de esclavitud, torturas y otras violaciones a los derechos humanos que se configuran en Crimenes de Lesa Humanidad del franquismo que ciertas personas quieren canonizar cuando han sido claramente Crimenes de Guerra.
El nacionalcatolicismo español es tan nocivo como el comunismo catolico. Desvían la práctica de la militancia por la Fe que lleva el soldado de Cristo en cumplimiento del Evangelio, y lo transforman en un ciego y egoísta patán del facismo o del comunismo, falsos profetas que engatusan a los fieles católicos.
Lo que deben hacer es cambiar los nombres de todas y cada una de las calles que llevan nombres franquistas. Que culpa tienen los monjes benedictinos para quitarles su casa.
Escrito por el P. Román Álvarez, O.T., párroco de la Sierra de Guadarrama.