Sunday, November 29, 2020

Predica del Primer Domingo de Adviento, Domingo 29 de Noviembre de 2020

Predica del Primer Domingo de Adviento, Domingo 29 de Noviembre de 2020




"La caridad no hace mal al prójimo. La caridad es, por tanto, la ley en su plenitud. Y esto, teniendo en cuenta el momento en que vivimos. Porque es ya hora de levantaros del sueño; que la salvación está más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe. 

La noche está avanzada. El día se avecina. 

Despojémonos, pues, de las obras de las tinieblas y revistámonos de las armas de la luz. 

Como en pleno día, procedamos con decoro: nada de comilonas y borracheras; nada de lujurias y desenfrenos; nada de rivalidades y envidias. 

Revestíos más bien del Señor Jesucristo y no os preocupéis de la carne para satisfacer sus concupiscencias." 

(Romanos, 13: 11-14).


"«Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas, muriéndose los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo; porque las fuerzas de los cielos serán sacudidas. 

Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria. 

Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación.» 

Les añadió una parábola: 

«Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya echan brotes, al verlos, sabéis que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabed que el Reino de Dios está cerca. 

Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda. 

El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán»." 

(Lucas, 21:25-33).


Para nosotros fieles creyentes de la Única y Verdadera Fe en Nuestro Señor Jesucristo las perícopas de la Carta paulina a los romanos y del Evangelio según San Lucas refuerzan una vez más todo lo que hemos venido enseñando a lo largo de todos estos Domingos, todo lo que hemos venido advirtiendo y corrigiendo a todos aquellos fuera de la Fe para que regresen al seno de la Iglesia arrepiendose de sus pecados. 


Pero aquellos persisten en su pecado mortal, en su equivocación, en su sacrilegio, en su ofensa contra Dios, en su herejía, en su apostasía. 


Si tu a alguien le adviertes de buena manera una y otra vez, a solas, en compañía de alguien, en comunidad, por escrito, por telefono, en persona, y nada, siguen tercos como cabras locas que el mismo Señor Rey y Juez Eterno separará de las ovejas y enviará directo al foso del infierno eterno. 


Lo peor de todo es que esos aducen que nos hacen daño a nosotros, que encima de todo, nosotros tenemos la culpa de lo que sucede, siendo ellos los autores de los crímenes, no nosotros, no los inocentes que han matado y matan todos los días. 


Por esos crímenes contra Dios, porque el ser humano es creacion de Dios y no de Satanás, por esos crímenes es por lo que nuestra prelatura ha decidido excomulgarlos. 


Ahora a aquellos excomulgables y excomulgados no les importa pero cuando venga Nuestro Rey, Capitán, Señor de Señores, Juez Eterno, van a tratar de esconderse, de ocultar las evidencias, de justificarse, pero Nuestro Señor Jesucristo, Justo Juez los mandara derechito al hueco de donde nunca jamás saldrán, cadalso en donde deberán sufrir eternamente pagando por todos sus crímenes. 


San Pablo lo advierte en la lectura que hemos hecho: 

"La caridad no hace mal al prójimo. La caridad es, por tanto, la ley en su plenitud. Y esto, teniendo en cuenta el momento en que vivimos. Porque es ya hora de levantaros del sueño; que la salvación está más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe”. 


La caridad y no el hacer mal, el vomitar todos los dias mentiras, latrocinios, el encubrimiento de genocidas e incitar al genocidio de inocentes. El sujeto Butters se cree intocable pero se le acaba el tiempo. O se arrepiente públicamente de todos sus pecados, o se va derecho al infernum con familia y amigos. 


Es que no ve que los policías son genocidas, es que no se da cuenta que matar es malo. Y este que se vanagloria de ser catolico, no lo es. Que se autocalifica de provida, no lo es. Que se baña públicamente como “buenito”, no lo es. Porque es un instrumento de Satanás, es una víbora mediática que todos los días del Señor los maldice, esa lengua bífida demoníaca será acallada por Dios, Dios vengará a todos los muertos que todos los malditos genocidas han asesinado. Que Policía ni que mierda de Policia, malditos genocidas, condenados sean. 


El sujeto Butters es un coludido corrupto, autor intelectual de los asesinados, conjuntamente con las otras ratas ocultas. ¿De qué  tienen miedo esas ratas? ¿Por qué no salen a la luz? Porque no son de la Luz, porque no son de la Verdad, porque no son de Dios. 


Quien obra haciendo el bien, no mata a Caín, es Abel quien lo asesina. ¿Y acaso la sangre de Caín no clama a Dios por justicia? Ah, no pero el inmaculado Butters dice que no que los policías genocidas no han hecho nada, pobrecitos. 


Todo el que mata a su hermano es condenado de sangre. Y debe pagar por ello. Van a querer correr como ratas pero no van a poder hacerlo. Se quieren escapar de San Miguel Arcangel y de los Ejércitos Celestiales pero no van a poder hacer. Se quieren escapar de la Justicia Divina y van a poder hacerlo. 


El evangelista Lucas nos habla de Jesucristo dijo a sus apóstoles: «Habrá señales» y desde el inicio de este año litúrgico hemos estado hablando de ello.  


Satanás quiere gobernar el mundo. Y lo está haciendo para capturar almas y llevarlas al infierno. 


Ya habíamos advertido que la  Iglesia del Nuevo Orden Mundial de Satanás iba a introducir el totalitarismo, que quiere hacer pasar la injusticia como justicia. Pero se les acaba el tiempo porque ya viene Nuestro Señor Jesucristo, Salvador de los hombres. 


Por eso, San Pablo clama: “Revestíos del Señor Jesucristo”. Nosotros lo hacemos una y otra vez. Pero hay quienes prefieren revestirse y adorar a Satanás. 


Desde este Domingo, oficialmente por orden de Bergoglio, el Falso Profeta del Apocalipsis, se oficia en los templos Novus Ordo la Misa Satánica porque están por celebrar en Navidad el Nacimiento del Anticristo.  


A nosotros no nos debe preocuparnos eso porque nosotros nos debemos completamente a Dios, somos totalmente fieles a Dios, y vivimos sirviendo a Dios Nuestro Señor. 


Quienes deben tener el rabo entre las piernas son aquellos que todos los días pecan contra Dios, y aun asi no quieren arrepentirse. 


Tanto les gusta la masonería, tanto les gusta la herejía, tanto les gusta lo sacrílego, que por más que nosotros hagamos penitencia, hagamos oración, hagamos obras de misericordia, seamos almas víctimas consagradas, a ellos les importa un bledo. 


Y eso que San Pablo invoca una y otra vez: 

“La noche está avanzada. El día se avecina. 

Despojémonos, pues, de las obras de las tinieblas y revistámonos de las armas de la luz. 

Como en pleno día, procedamos con decoro: nada de comilonas y borracheras; nada de lujurias y desenfrenos; nada de rivalidades y envidias.”


Pero los hijos de Satanás prefieren la mentira, la hipocresía y el egoísmo. Desean tragar el estiércol del diablo a cada rato, no importando si matan. Pues entonces, tragen, enguyan todo el estiércol del diablo que deseen. Así pesarán más y caerán al fondo del abismo mucho más rápido que una moneda que niegan a los pobres de Dios, a los únicos y verdaderos hijos de Dios. 


Si hemos usado la corrección fraterna como lo pide Nuestro Señor Jesucristo y no desean salvarse, nosotros no podemos hacer nada. Claro, nosotros por nuestra parte hacemos lo nuestro: oración, penitencia, obras de misericordia, vida extrema de alma víctima. Pero ellos persisten en pecar, pecar, y pecar cada vez más, más y mucho más. 


Cómo será esto, que nos dice el mismo Cristo Jesús cuando nos enseña a través de la Parábola del rico epulón y el pobre Lázaro: 

"«Estando en el Hades entre tormentos, (el rico epulón) levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Y, gritando, dijo: ‘Padre Abraham, ten compasión de mí y envía a Lázaro a que moje en agua la punta de su dedo y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama’.

Y Abraham le dijo: Hijo, recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida y Lázaro, al contrario, sus males; ahora, pues, él está aquí consolado y tú atormentado. Y además, entre nosotros y vosotros se interpone un gran abismo, de modo que los que quieran pasar de aquí a vosotros, no puedan; ni de ahí puedan pasar donde nosotros’. 

Replicó: ‘Con todo, te ruego, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les dé testimonio, y no vengan también ellos a este lugar de tormento’. 

Díjole Abraham: ‘Tienen a Moisés y a los profetas; que les oigan’. 

El dijo: ‘No, padre Abraham; sino que si alguno de entre los muertos va donde ellos, se convertirán’. 

Le contestó: ‘Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán, aunque un muerto resucite’»". 

(Lc 16:23-31). 


Mas clarito no canta el gallo. Son tan frescos como el el rico epulón de la parábola de Cristo, que encima de como han tratado al pueblo de Dios, quieren que uno les lleve agua, comida, ropa, etc. 


No quieren escuchar, no quieren reflexionar, no quieren arrepentirse. Condenados están, y condenados están para siempre. Así ladre lo que ladre el tal Butters. Así se confiesen con los sacerdotes excomulgados que nunca jamás los podrá absolver de sus malditos pecados. Así se arrodillen en el templo, que ya dejó de ser santo por tanto sacrilegio cometido en el altar, y ahora más con la misa satánica, así crean que están comulgando a Cristo no lo están haciendo porque están adorando a Satanás, y ya están en las garras de todos los demonios. 


Por nuestra culpa no es. Es por su culpa pecadores. Por su culpa, por obrar mal, por hacer el mal a cada milésima de segundo. Que Dios los perdone y los salve... si se arrepienten. 


En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.  


Predica del R.P. César Arana Castro, O.T. 


Primer Domingo de Adviento

Domingo 29 de Noviembre de 2020. 


Lecturas del dia: http://www.extraordinaryform.org/propers/Advent1st.pdf